Julio Cortázar nació en la embajada argentina de Bruselas allá por el año 1914, y dedicó su vida a dejar huella en el mundo de la literatura. Una huella de forma extraña, inconfundible.
“Bestiario” es un libro formado por algunos de los relatos del autor argentino, recomendable para todo aquél que busque una literatura diferente, impactante. Y es que el relato es precisamente el género que Cortázar cultiva con mayor brillantez, creando situaciones insólitas, o haciendo evolucionar historias corrientes hacia ellas. Por ejemplo, en el primer relato del libro, “casa tomada”, una pareja de hermanos que conviven en una misma casa se ven de pronto invadidos por unos seres desconocidos que ocupan la mitad de la casa, hecho que es afrontado con la mayor naturalidad.
También encontramos relatos que nos introducen de lleno en una realidad extraña; en el último relato, que da nombre al libro, un tigre se pasea por las estancias de una casa, mientras que sus habitantes se dedican, simplemente, a no coincidir con él aprovechando el gran tamaño de la casa; también, en el relato “carta a una señorita en París” cuenta las dificultades que pasa un hombre que vomita periódicamente pequeños conejitos para lograr que pasen inadvertidos en la casa donde vive.
Aunque, en la mayoría de ellos, debemos esperar al final del relato para descubrir la verdadera acción del relato, el núcleo, o lo que consigue dejarnos la sensación para la que nos viene preparando todo el cuento.
Pero tal vez no sean las propias historias las que determinen que un texto de Cortázar sea diferente a cualquier otro, sino la manera de contarlas: la impasividad con la que los personajes se enfrentan a lo inverosímil, el naturalismo que inunda cada obra, consiguiendo crear el ambiente deseado por el autor, capaz de transmitir emociones realmente profundas al lector.
Cada cuento termina con una contundente y bien escogida última frase que invita a dejar un tiempo entre relato y relato, para dejar que la atmósfera de la historia que acabamos de leer cale en nosotros, poniéndonos en contacto con éste universo que con tanta maestría creó Julio Cortázar
- Cortázar murió por leucemia en la ciudad de parís en 1984, a los 69 años
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