domingo, 25 de octubre de 2009

LA JURA DE SANTA GADEA


En santa Agueda de Burgos, do juran los hijosdalgo,
le toman jura a Alfonso por la muerte de su hermano;
tomábasela el buen Cid, ese buen Cid castellano,
sobre un cerrojo de hierro y una ballesta de palo
y con unos evangelios y un crucifijo en la mano.
Las palabras son tan fuertes que al buen rey ponen espanto;
-Villanos te maten, Alonso, villanos, que no hidalgos,
de las Asturias de Oviedo, que no sean castellanos;
mátente con aguijadas, no con lanzas ni con dardos;
con cuchillos cachicuernos, no con puñales dorados;
abarcas traigan calzadas, que no zapatos con lazo;
capas traigan aguaderas, no de contray ni frisado;
con camisones de estopa, no de holanda ni labrados;
caballeros vengan en burras, que no en mulas ni en caballos;
frenos traigan de cordel, que no cueros fogueados.
Mátente por las aradas, que no en villas ni en poblado,
sáquente el corazón por el siniestro costado;
si no dijeres la verdad de lo que te fuere preguntando,
si fuiste, o consentiste en la muerte de tu hermano.
Las juras eran tan fuertes que el rey no las ha otorgado.
Allí habló un caballero que del rey es más privado:
-Haced la jura, buen rey, no tengáis de eso cuidado,
que nunca fue rey traidor, ni papa descomulgado.
Jurado había el rey que en tal nunca se ha hallado;
pero allí hablara el rey malamente y enojado:
-Muy mal me conjuras, Cid, Cid, muy mal me has conjurado,
más hoy me tomas la jura, mañana me besarás la mano.
-Por besar mano de rey no me tengo por honrado,
porque la besó mi padre me tengo por afrentado.
-Vete de mis tierras, Cid, mal caballero probado,
y no vengas más a ellas dende este día en un año.
-Pláceme, dijo el buen Cid, pláceme, dijo, de grado,
por ser la primera cosa que mandas en tu reinado.
Tú me destierras por uno, yo me destierro por cuatro.
Ya se parte el buen Cid, sin al rey besar la mano,
con trescientos caballeros, todos eran hijosdalgo;
todos son hombres mancebos, ninguno no había cano;
todos llevan lanza en puño y el hierro acicalado,
y llevan sendas adargas con borlas de colorado.
Mas no le faltó al buen Cid adonde asentar su campo.


INTRODUCCIÓN

La jura de Santa Gadea, es un romance que aparece en las crónicas del siglo XIII (Crónicas del Cid) y parece que proviene de un cantar de gesta del siglo XII.
Este romancero viejo lo podemos clasificar en romances juglarescos. También podemos decir que el romance es de un tema épico-nacional, porque se basa en personajes y hechos cantados por la poesía épica.

Hay tres versiones conservadas de este romance: la de un manuscrito antiguo, la del Cancionero de romances sin año y la del Cancionero de romances de 1550.

Las versiones más modernas nos cuentan la disconformidad de don Rodrigo hacia la herencia de su padre y el destierro al que le condena Alfonso VI.
Esta versión es un dialogo entre El Cid y Alfonso VI.
RESUSMEN
Rodrigo Díaz, era un sirviente de Sancho II con el cual se llevaba muy bien. El Cid quiso resolver el conflicto de la frontera con Navarra después de vencer a Jimeno Garcés en un duelo judicial. Este participó en diversas batallas contra Alfonso VI de León y en Zamora asesinaron a su señor Sancho II. Después de la muerte de Sancho, la Corona de Castilla pasó a manos del rey de León, Alfonso VI, sobre el cual tenía muchas sospechas sobre el asesinato del anterior rey. Así que, Alfonso VI fue obligado a hacer el juramento en la Iglesia de Santa Gadea de Burgos delante del Cid. Después de esto el Cid fue desterrado y se marchó con todos sus vasallos fieles. Más tarde se casa con Jimena, una sobrina de Alfonso VI y a la vez hija del Conde de Oviedo
MÉTRICA
El verso que utiliza el poeta a lo largo de todo el poema es de dieciséis sílabas. Éstas las podemos dividir en dos hemistiquios de ocho sílabas cada uno, separados por la llamada censura, que nos sirve para hacer una pausa sintáctica. Hay una rima regular, rimando en consonantes los pares (-oi) y en asonantes los impares (-ao).
ESTRUCTURA EXTERNA
Este romance es de carácter popular, porque podemos observar que utiliza mucho el estilo directo en su lenguaje cómo por ejemplo en “…villanos te maten, Alonso…”. El estilo de la primera parte es muy nominal, ya que muchas veces se suprime el verbo, cómo por ejemplo en “…no de contray o frisado…”. En la segunda parte, además, se usa mucho el diálogo directo entre el rey y el Cid. Utiliza, también, los sustantivos con la intención de hacer más real el poema.
Hay pocos adjetivos, algunos que refieren a la persona (honrado, afrentado, privado) y otros a objetos (hierro acicalado y borlas de colorado).

Como podemos ver predomina el tiempo presente (Jura, toma, mate, sean…) aunque también hay presencia de otras formas verbales, cómo el imperfecto del modo indicativo (era, había…) y del modo subjuntivo (fuera, hablara…), el pretérito perfecto simple (alló, besó…), el futuro (será, besará…) y el infinitivo (besar).

La jura de Santa Gadea, pintado por Marcos Giráldez de Acosta, 1864.


http://comentariotexto.wordpress.com/2008/03/02/comentario-del-romance-de-la-jura-de-santa-gadea-por-carlota-blanch/

http://www.aytoburgos.es/docs/Documentacion%20General/Otros/Jura%20de%20Santa%20Gadea.pdf

http://images.encarta.msn.com/xrefmedia/sharemed/targets/images/pho/t062/T062759A.jpg

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